Purifica tu cutis.
Para que las cremas de tratamiento penetren es importante realizar una limpieza a fondo, una vez por semana. Prepara una mascarilla limpiadora mezclando una taza de leche con la pulpa de una rebanada de papaya y una cucharada de aceite de girasol; extiende sobre la piel, evitando el contorno de los ojos, y transcurridos 20 minutos, enjuaga con agua tibia. |